Política y gestión del agua en Venezuela y América Latina en su articulación con el objetivo de desarrollo sostenible seis de la Agenda 2030 (ODS6)
DOI:
https://doi.org/10.35869/mns.v0i27.4415Palabras clave:
América Latina, política y gestión del agua, accesibilidad, calidad, derecho al agua, objetivo de desarrollo sostenible seis, Agenda 2030Resumen
El agua es un recurso natural vital y el acceso al agua potable es un indicador clave del desarrollo humano, que nos asegura la sustentabilidad ambiental y garantiza la salud y supervivencia de los seres vivos. Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2005) se estima que el 30% de la población mundial no tiene acceso al agua potable, ni a un servicio adecuado de saneamiento básico, lo cual genera 280.000 muertes asociadas a enfermedades de origen hídrico. La ONU señala que actualmente el reparto del agua no es apropiado y para el año 2050, al menos un 25% de la población mundial vivirá en un país afectado por reiterada escasez crónica de agua dulce. El presente artículo muestra una aproximación al estado del arte de la política y gestión del agua en América Latina y en particular Venezuela, en articulación con el objetivo de desarrollo sostenible seis de la Agenda 2030. En este sentido, se corrobora que la calidad sigue siendo una de las aristas de la cuestión del agua que aún no se ha resuelto en la región. La OPS (2019) indica que el 55% de los países de la región refieren que la calidad del agua es el principal problema con relación al abastecimiento de agua potable. Lo cual conduce al padecimiento de enfermedades hídricas de la población, específicamente los infantes menores de 5 años de escasos recursos. Por otra parte, el problema del agua debe ser comprendido en su conjunto como un sistema y ser considerado en todos sus aspectos: abastecimiento, alimentación y distribución del agua, calidad de la misma y también en términos de disposición y tratamiento de las aguas servidas, todo ello tanto a nivel de cuencas como a nivel de distribución y almacenamiento en las ciudades y zonas rurales. Consideramos que no habrá desarrollo sustentable sin una apropiada gestión que permita garantizar un mejor nivel de vida a la población, donde el agua como recurso vital constituya un derecho humano innegable e inalienable. Por último, es necesario contar con la voluntad política de nuestros gobernantes, la coordinación de todos los entes involucrados, financiamiento e inversión, así como educación al ciudadano para una conciencia ambiental y un uso racional del recurso agua. Así como garantizar también una buena y eficiente gobernanza del agua.